
El manejo de gran variedad de libros contribuye a experimentar con el lenguaje, a jugar con el sonido y el sentido de las palabras.
Entendiendo animación de la lectura a una serie de estrategias y actividades dirigidas a despertar en los niños el deseo de leer, ella también debe formar parte de este ámbito de manera periódica, provocada o espontánea por el docente o el bibliotecario. También es necesario ofrecer oportunidades para que los chicos tomen conciencia de las estrategias que como lectores se ponen en juego en cualquier acto de lectura, tarea que debe darse en el rincón, pero fundamentalmente en el aula, en actividades de estimulación de la comprensión lectora.
El rincón de lectura deberá, entonces, ser algo con nombre propio que atraiga y reconforte a los niños invitándolos a leer.
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